Y entonces se pone a caminar como si conociera el cementerio de toda la vida. Recorre la avenida central. Deja atrás cruces de hierro forjado y ángeles de mármol y, a la altura del panteón de la familia Chateaubriand, tuerce a la derecha. Continúa andando durante un centenar de metros, hasta que llega a una zona donde las tumbas son más modestas. Tan solo una sencilla lápida indica que allí hay alguien enterrado.

1 comentario:
Que este nuevo año te sea extraordinario!!
FELIZ AÑO NUEVO!!
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